En el hospital
Después de la cirugía, lo llevarán a la unidad de cuidados posanestésicos (PACU, por su sigla en inglés) para que lo observen de cerca mientras se despierta de la anestesia. Una vez que esté estable, lo llevarán a la unidad de cuidados intensivos (UCI). Permanecerá en observación en la UCI por varios días.
Lo conectarán a diferentes monitores. Estos mostrarán sus latidos, su presión arterial, otras lecturas de presión, su frecuencia respiratoria y su nivel de oxígeno. Es probable que deba permanecer en el hospital durante 1 a 2 semanas o más.
Puede que le pongan un tubo en la garganta si no respira lo suficientemente bien por sus propios medios. Eso se hace para que usted respire con la ayuda de un respirador hasta que pueda hacerlo por sí mismo. Dependiendo de su estado de salud, es posible que necesite un tubo de respiración por unas horas o algunos días.
Podría tener una sonda delgada de plástico en la nariz que se conecta con el estómago para quitar el aire que tragó o para drenar el exceso de líquido del estómago. Cuando los intestinos vuelvan a funcionar normalmente, le quitarán la sonda. No podrá comer ni beber nada hasta que le quiten la sonda.
Se tomarán muestras de sangre con frecuencia para comprobar el funcionamiento del hígado nuevo. También revisarán que sus riñones, pulmones y sistema circulatorio estén funcionando.
Es posible que le administren medicamentos por goteo intravenoso para la presión arterial y el corazón, y para controlar cualquier problema hemorrágico. A medida que usted mejore, esos goteos se harán disminuir lentamente y se suspenderán. Quizás le den antibióticos.
Una vez que se hayan retirado las sondas de respiración y del estómago y que usted esté estable, es posible que comience a beber líquidos. Es posible que vuelva a comer alimentos sólidos de a poco según le indiquen.
Vigilarán atentamente sus medicamentos antirrechazo para asegurarse de que usted esté recibiendo la dosis correcta y la combinación correcta de medicamentos.
Cuando el proveedor de atención médica crea que está listo, lo trasladarán de la UCI a una habitación privada. A medida que se levante de la cama y camine por períodos más largos, podrá moverse más. De a poco podrá ir comiendo más alimentos sólidos.
Su equipo de trasplante le enseñará cómo cuidarse cuando regrese a su casa.
En el hogar
Una vez que esté en casa, es importante mantener el área quirúrgica limpia y seca. El proveedor de atención médica le dará instrucciones específicas para bañarse. Si no se los quitaron antes de irse del hospital, le quitarán los puntos o grapas quirúrgicas que tenga en una visita de seguimiento en el consultorio.
No conduzca hasta que el proveedor de atención médica se lo indique. Es posible que deba limitar otras actividades.
Llame al proveedor de atención médica si tiene cualquiera de estos síntomas:
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Fiebre. Puede ser una señal de rechazo o infección.
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Enrojecimiento, hinchazón, sangrado o secreción del lugar de la incisión
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Más dolor alrededor del lugar donde se realizó la incisión. Esto puede ser un signo de infección o rechazo.
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Vómitos o diarrea
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Coloración amarillenta de la piel y los ojos (ictericia)
Su proveedor puede darle otras instrucciones, en función de su situación.
¿Qué se hace para prevenir el rechazo?
Debe tomar medicamentos durante toda su vida para ayudar a que el órgano trasplantado sobreviva en su cuerpo. Se llaman medicamentos antirrechazo (inmunodepresores). Estos medicamentos debilitan la respuesta del sistema inmunitario.
Cada persona puede reaccionar de manera diferente a los medicamentos. Y cada equipo de trasplante tiene preferencia por distintos medicamentos.
Constantemente se fabrican y aprueban medicamentos antirrechazo nuevos. El proveedor de atención médica establecerá el plan de tratamiento con medicamentos que sea más adecuado para usted. En la mayoría de los casos, tomará unos pocos medicamentos antirechazo al principio. Es posible que las dosis de estos medicamentos cambien con frecuencia, en función de su respuesta.
El proveedor seguirá de cerca su progreso. Le harán análisis de sangre de rutina para detectar signos de rechazo. A veces, un análisis de sangre anormal es el primer signo de rechazo antes de que aparezcan síntomas físicos. Si le preocupa que haya un rechazo, es posible que le haga una biopsia del hígado.
Los medicamentos antirrechazo debilitan el sistema inmunitario. Es por eso que las personas trasplantadas tienen un riesgo mayor de contraer infecciones. Algunas de las infecciones que representan el mayor riesgo para usted incluyen las siguientes:
Durante los primeros meses después de la cirugía, debe evitar los lugares con mucha gente o el contacto con cualquier persona que tenga una infección.
Los síntomas del rechazo pueden manifestarse de manera diferente en cada persona. Algunos síntomas frecuentes del rechazo pueden incluir los siguientes:
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Fiebre
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Coloración amarillenta de la piel y los ojos (ictericia)
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Orina de color oscuro
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Picazón
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Hinchazón o dolor abdominal
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Cansancio intenso (fatiga)
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Irritabilidad
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Dolor de cabeza
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Náuseas y pérdida del apetito