A continuación, hay algunas maneras de reforzar la seguridad emocional de un niño de 3 años:
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Dele al niño tiempo para hablar con usted.
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Enséñele cómo son las cosas.
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Aliéntelo a jugar con otros niños.
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Anímelo a que le cuente historias.
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Escúchelo y demuéstrele que le gusta escucharlo hablar.
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Deje que el niño colabore lo más posible en tareas como vestirse, lavarse los dientes y cepillarse el pelo.
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Deje que el niño ayude con tareas sencillas, como recoger juguetes.
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Dele al niño ropa de usted para que se disfrace y simule ser una mamá, un papá, un proveedor de atención médica, un vaquero o lo que desee. Incluso las sábanas o las toallas viejas pueden usarse como faldas, capas o turbantes. Usted también puede simular ser un elefante, una mariposa, un robot o cualquier otra cosa y jugar con su hijo.
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Cante canciones o rimas para niños y enséñele las palabras.
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Lea cuentos con el niño y pídale que identifique las imágenes de los cuentos o que cuente una parte del cuento.
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Muestre al niño cómo jugar con crayones y papeles, o con tiza y una pizarra, dibujando círculos y líneas, y uniéndolos para formar una figura. Dibuje caras felices, tristes o sorprendidas, y hable sobre los distintos sentimientos que expresa cada una.
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Deje que el niño construya con bloques o cajas.
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Déjelo andar en triciclo en un espacio seguro.
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Escuche música para niños junto a su hijo y baile.
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Practique los números con el niño.
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Deje que su hijo juegue con otros niños. Los grupos de iglesias, los centros recreativos de YWCA o YMCA, o las bibliotecas suelen tener programas para niños en edad preescolar.
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Arme rompecabezas con el niño.
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Deje que el niño juegue con muñecos, automóviles o utensilios de juguete.
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Juegue a las escondidas y a juegos de imitación.
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Deje que el niño use la imaginación al jugar con masa o arcilla de juguete.
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Dibuje la silueta de la mano o del cuerpo del niño.
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Demuéstrele que está orgulloso de sus dibujos y cuélguelos para exhibirlos.
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Enséñele los colores.
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Juegue a la pelota con el niño. Juegue a diferentes cosas con la pelota, por ejemplo, arrojándola dentro de una caja o haciéndola rodar hacia arriba y hacia abajo por una pendiente.
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Limite el tiempo que permanecen delante de la pantalla (televisión, teléfono, tableta) a una o dos horas antes de acostarse. No coloque pantallas en la habitación del niño.